Para que el tejido cultural que forma una ciudad se desarrolle de forma sana es necesario contar con muchos y muy diferentes elementos. Desde el promotor que programa bolos solo si son rentables, o muy rentables, hasta los colectivos en los que priman el amor por lo que se hace, dejando de lado los resultados económicos. Todos estos elementos son necesarios, en cierta manera, para que una ciudad como Málaga tenga una vida cultural sana, y hoy os queremos hablar de unos que se han revelado como parte importantisima dentro del panorama cultural malagueño. Se trata de Fuck The Police, un colectivo formado principalmente por Alvaro, Juan y Agustin y que se dedican a montar bolos, organizar giras, publicar un fanzine del mismo nombre y que a la postre han conseguido que una ciudad como Málaga, que estaba un tanto olvidada dentro del panorama zapatillero como a ellos les gusta llamarlo, sea ahora un lugar de referencia donde han tocado bandas como Despise You, Doom o Caspian entre muchos otros.
Nos cuenta Alvaro que el colectivo surgió en algún momento de 2007, cuando empezó a montar bolos con su antigua banda Coleoptero. En 2008 organizó un festival aquí en Málaga llamado Conspiracy Fest donde conoció a Agustin y movidos por los mismos intereses musicales y sociales Fuck The Police fue tomando forma y se completó con la llegada de Juan. Estos tres individuos son defensores a ultranza de la cultura del D.I.Y, tomando como referencia a Crass y sellos como Ebullition, Slap A Ham o Six weeks y a la escena hardcore de los primeros 90. Lo demuestran en cada uno de los eventos que organizan en los que ellos se encargan desde el trato con las bandas hasta de la comida y el alojamiento de los músicos y quizás sea por este trato tan familiar por lo que las bandas siempre se van de Málaga con una sonrisa de oreja a oreja y prometiendo casi siempre que volverán.
Su fanzine, Fuck The Police, adopta la forma de los zines clásicos. Fotocopias, collages, blanco y negro, contraste, etc… La predilección por los collages le dan empaque y fuerza a esta publicación fabricada integramente por los miembros del colectivo que, con la ayuda de algunos colaboradores externos para las entrevistas y las crónicas de conciertos, nos ofrecen un contenido incendiario, que invita al lector a pensar y a plantearse cuestiones de vital importancia en estos tiempos que vivimos. Por sus paginas han pasado la créme de la créme de la zapatilla patria e internacional, citas de los mas importantes pensadores e ideólogos e incluso una lista de los principales demonios del infierno. Un fanzine en formato clásico, de impecable factura y que, como sus autores, forma parte de una manera de ver y hacer las cosas que nada tiene que ver con el dinero, la fama ni el interés.
Cuando les hemos preguntado sobre como ven la escena cultural malagueña los tres coinciden en señalar que falta cultura y sobre pose e institucionalismo. Ellos, como colectivo, aspiran a disponer de un espacio propio donde desarrollar sus diferentes actividades, todo de forma autogestionada, y a ser posible lo mas al margen de las instituciones que se pueda, al estilo de La Residencia de Valencia y sitios así. Defienden a ultranza el anti-capitalismo y como nos dice Juan “hacer las cosas con mas corazón y menos dinero”, una filosofía que de ser mas popular nos haría salir de este boquete donde nos han (¿hemos?) metido.
Con respecto a los planes de futuro de este colectivo nos cuentan que su idea es seguir exactamente como hasta ahora, montando conciertos (el próximo el día 23 de Julio donde traerán por primera vez a Málaga a los estadounidenses Hemdale) y la publicación del tercer número de su fanzine homónimo, al que os recomendamos le echeis un vistazo si os interesa la cultura D.I.Y..
En definitiva, Fuck The Police son la prueba viviente de que para hacer bien las cosas no hay que tirar siempre de talonario, que lo que se hace con el corazón a la larga acaba dando mayores y mejores resultados a todos los niveles y que si, como ellos dicen, las cosas se hacen entre amigos y para pasarselo bien los proyectos siempre llegaran a buen puerto. Nos despedimos con su grito de guerra: “ZAPATILLA OR DIE”.
